sobre todo un juego
EL JUEGO EN LA INICIACIÓN DEPORTIVA DEL BALONMANO.
Jugar es un acto tan antiguo como el hombre. Aristóteles y Platón ya se
referían al juego como un elemento fundamental en el desarrollo personal y social.
Las referencias al juego a lo largo de la historia son múltiples y variadas.
Cuando es reglado, el juego se convierte en deporte, entendido como el
conjunto de situaciones motrices codificadas en forma de competición y con
carácter institucional (Parlebas, 1989).
El paso del juego al deporte debe ser progresivo. Es de esta forma como
aparece la iniciación deportiva, que se asemeja mucho en las acciones motrices al
deporte original. Sin embargo existe una mayor flexibilidad y simplicidad en las
reglas de juego, así como una adaptación en cuanto a distancias, pesos o tiempos,
necesarios para respetar las características fisiológicas de los niños y niñas.
La iniciación deportiva en el balonmano debe orientarse fomentar y
garantizar el bienestar físico, mental y social, además de la mejora de la calidad de
vida de los participantes. De igual modo, a la adquisición de habilidades y
destrezas generales y específicas del balonmano y a desarrollar las capacidades
condicionales y coordinativas. Aprendiendo a dosificar el esfuerzo, conociendo el
reglamento y entendiendo el balonmano como un deporte donde se respeta al
compañero, adversario y a los árbitros.
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